Veredas. Revista del Pensamiento Sociológico

Por Gabriel Pérez Crisanto / Profesor del Departamento de Educación y Comunicación. Coordinador del área de investigación de Alfabetización Mediática y Cultura Digital. UAM Xochimilco.

LABERINTO / Sergio Valdez Ruvalcaba.

Este trabajo aborda el proceso de participación del taller de gráfica de la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, en la difusión del trabajo comunitario de la Casa Tochan durante el año 2017 y 2018 en la ciudad de Múnich, Alemania y la Ciudad de México respectivamente, a través de la exposición “Migrar es necesario, las fronteras no son necesarias”.

En esta ocasión, nuestro grupo académico se interesó en el tema de las migraciones latinoamericanas producidas en el marco del éxodo registrado durante la crisis humanitaria entre 2015 y 2016 en nuestro país (rumbo a los Estados Unidos). El objetivo: mostrar las acciones ejecutadas como respuesta a los virajes políticos, desde la tendencia mundial de carácter restrictivo por parte de los gobiernos para evitar flujos migratorios no deseados hacia sus territorios.

El taller de grabado

Los integrantes de este taller somos: Fabiola Araiza Ramírez, Sergio Valdez Ruvalcaba, Víctor Ortega Esparza, Diego Vargas Ugalde y Gabriel Pérez Crisanto, quienes formamos el claustro de profesores de comunicación gráfica en la licenciatura en Comunicación Social.

Nuestro taller de grabado nace como respuesta al conjunto de reflexiones hechas durante los últimos cinco años frente al proceso de readecuación del plan de estudios de la licenciatura en Comunicación Social. El claustro de profesores asignados al módulo de “Procesos de Comunicación Social y Cultura – Comunicación Gráfica” en su fase de taller, concretamos un plan estratégico de actividad artística de la estampa gráfica como elemento primigenio de la Comunicación. Estamos convencidos que es determinante para la formación de los estudiantes de la licenciatura identificar los diferentes sistemas de iconos, signos y símbolos que permiten la comunicación entre individuos, sus modos de producción, de funcionamiento y de recepción a través de la obra plástica. El grupo de profesores que impartimos dicho módulo hemos construido un espacio de trabajo y creación destinado a definir, experimentar y retomar el proceso de la comunicación gráfica desde la Xilografía.

Nuestras formaciones permiten construir un vasto espectro de inquietudes y quienes desde sus instituciones y países fomentan el intercambio, difusión, producción y enseñanza de las artes gráficas. 

La historia del México moderno no puede ser comprendida sin considerar las profundas desigualdades que caracterizaban a la sociedad mexicana, y las luchas sociales que desencadenaron dichas diferencias. Durante la primera mitad del siglo XX se llevaron a cabo contantes pugnas por la inclusión de los diversos grupos sociales en el proyecto de Nación, y la lucha en la defensa de la igualdad y del respeto a los derechos de cada individuo. Esto, en el marco de la conversión de un país tradicionalmente rural que encaminaba sus pasos hacia la modernidad y la urbanización.

Los artistas de aquel entonces consideraban que el quehacer artístico en el contexto posterior a la Revolución Mexicana no podía estar alejado de un compromiso social y de la búsqueda de un arte público al alcance de todos. Así, difundieron sus ideas y las de diversos sectores de la sociedad por medio de grabados en diversos formatos, ricos en contenido visual y que gracias a los periódicos, revistas, carteles y folletos, tuvieron la capacidad de llegar incluso a los rincones más olvidados de nuestras ciudades. La gráfica fue un instrumento creador de imaginarios de un México más incluyente y sin desigualdad.

El grabado es reconocido como una herramienta de comunicación dirigida a un extenso público; un instrumento educativo que utiliza a la imagen con un carácter de vínculo social cumpliendo diversas funciones. La vieja tradición de la estampa ha estado relacionada con aspectos de carácter marginal, lo erótico, lo pornográfico, lo satírico y ha sido utilizada como un instrumento de crítica y de denuncia social. Sin duda, ha sido un vehículo por medio del cual se dispara el humor, el sarcasmo y lo escatológico, apegado a una tradición de carácter popular y cuyo valor narrativo está muy ligado a la crónica.

El grabado precursor de los libros de tipos móviles (que ya con la imprenta se logra garantizar la reproducción masiva de la información) es pues un medio de comunicación que se genera a través de la imagen impresa y que cumple un papel fundamental dentro de la sociedad. En el siglo XIX, además de encontrar los grabados en las artes de los libros, se encuentra también esta manifestación en otro tipo de publicaciones y periódicos independientes, y desde esos momentos la caricatura política alcanza ese lugar especial y de poder mordaz que mediante la litografía aparece como una bomba, un arma, un detonante cuya función está dirigida hacia la denuncia social.

Esta función social del grabado durante el siglo XIX aún se mantiene hasta principios del XX, quedando como máximo exponente Guadalupe Posada con su gran producción y aportación a la tradición mediante sus hojas volante, en donde queda asentada su crónica social del país durante ese periodo y cuyas intenciones las hereda el Muralismo Mexicano y después el Taller de la Gráfica Popular mediante la producción de linóleos, grabados en metal y litografías.

El grabado en México sigue siendo una espacio de denuncia y un símbolo de las luchas sociales. En el grabado se representa el campo con sus magueyes y paisajes campiranos, pero también su aridez y miseria; sus campesinos pobres y hasta cadavéricos, los obreros que sostuvieron con su trabajo el desarrollo industrial del país sin obtener los beneficios que contribuyeran a mejorar su nivel de vida.

Este oficio ha pasado por periodos de exaltación y decadencia. Por las posibilidades de expresión directa de la imagen y su poder de expansión a través de sus múltiples originales, estas obras han servido como vehículo a los mensajes más diversos, ya sean espirituales, políticos, tecnológicos, sociales o puramente estéticos.  De igual manera, a través del tiempo ha sido utilizado como propagador de ideas: ha luchado en contra o a favor de la esclavitud y de la libertad, de las monarquías y de las revoluciones sociales. Repasar la historia de la gráfica es repasar la historia humana con sus aspiraciones, su entorno, sus tragedias y alegrías.

La paradoja actual reside en que la globalización debe, hipotéticamente, homogeneizar el mercado global en el cual existe una profunda desigualdad estructural. Pero en donde realmente se constituye la globalización es en el imaginario social, fundado a partir del poder de la industria cultural. Por ejemplo, todo habitante del planeta que tiene acceso a la pantalla del televisor, éste lo iguala, lo informa, más allá de su nivel cultural, social o económico, sepa o no leer y escribir. Eso lo convierte en un potencial consumidor y también lo obliga, compulsivamente, a realizar el consumo. En los inmensos territorios periféricos de la globalización, las desigualdades cada vez son más profundas y la exclusión aumenta en todos los niveles.

La migración de personas hacia México desde la frontera sur es un fenómeno que se ha incrementado de manera notable en los últimos años. Centroamericanos de diversos países huyen de la violencia y la miseria que padecen en sus países y, en la mayoría de los casos, transitan por México con el objetivo de llegar a los Estados Unidos con la ilusión de encontrar una mejor vida. Sin embargo, durante su tránsito por este país casi todos son víctimas del abuso de criminales y de la violación a sus derechos humanos.

La migración en América Latina

Desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, se pueden identificar cuatro momentos significativos sobre el fenómeno migratorio en América Latina y el Caribe: el primero se vincula con las migraciones transoceánicas; el segundo, con las migraciones internas, producto de la crisis económica de las décadas de 1930 y 1940; un tercero, con las transfronterizas y, un cuarto, con las que se producen con la globalización, objeto de este trabajo. Esta cuarta se realiza en las últimas dos décadas del siglo XX hasta la actualidad y, según algunas estimaciones, ha movilizado en todo el mundo a más de 150 millones de personas que actualmente no residen en su país de origen.

Durante el gobierno de Felipe Calderón y su “guerra contra el narcotráfico”, la población migrante resultó muy afectada, pues aumentaron los asaltos, secuestros y asesinatos. A los sobrevivientes de estos delitos se les concedía de inmediato una visa humanitaria que les permitía trabajar de manera temporal en el país, hasta que encontraban la forma de llegar a la frontera norte.

Con el mandato de Peña Nieto y la política del Plan Frontera Sur, se les negó la posibilidad de subir al tren que los transportaba hasta la frontera norte, para lo cual se colocaron un mayor número de retenes a cargo no sólo de la policía migratoria, sino de la policía federal y hasta del propio ejército, con la consigna de “aquí no pasa nadie”.

A partir de entonces, las deportaciones de centroamericanos en Estados Unidos bajaron notablemente, mientras que la migración mexicana se incrementó a más del doble con respecto al año 2016.

Estas nuevas condiciones convirtieron a la Ciudad de México en un lugar de paso y de permanencia para los migrantes, a donde llegan caminando a fin de rodear las garitas y retenes migratorios que hoy proliferan en todo lo largo y ancho del país, así como en los alrededores de la ciudad.

Esta situación ha motivado a diversas organizaciones civiles de derechos humanos a responder a la crisis humanitaria que ha desatado el actual régimen. Parte de esta respuesta la dieron las asociaciones: Sin Fronteras, Casa de los Amigos, Casa del Refugiado y El Comité de Solidaridad y Derechos Humanos Monseñor Romero, quienes impulsaron la creación de la Casa Tochán.

El objetivo de Casa Tochán es recibir a migrantes, refugiados y víctimas de diversos delitos, que vienen enviados sobre todo por: Sin Fronteras, OIM (Organización Internacional para la Migración) y Casa del Refugiado, instituciones que tradicionalmente atienden a esta población. La idea es apoyarlos para su inserción en la sociedad mexicana, para que en su estancia en este lugar puedan conseguir trabajo, después poder rentar casa y así ir adaptándose a una nueva vida en México. También se recibe a personas que canalizan algunos albergues del sur del país, como los coordinados por Fray Tomás en Tabasco, Solalinde en Oaxaca y Norma Romero en las Patronas.

Con el fin de apoyar este trabajo que se lleva a cabo exitosamente a pesar de los recursos materiales tan precarios con los que cuenta la asociación, realizamos esta muestra de grabados de artistas mexicanos y alemanes, gracias al apoyo de Oekumenisches Buero fuer Frieden und Gerechtigkeit e.V. (Oficina Ecuménica por la Paz y la Justicia), Galería Die Färberei y la Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco.

Para ello contactamos a la Oficina Ecuménica por la Paz y la Justicia en la ciudad de Múnich, en Alemania, para compartir nuestra propuesta y atender al intercambio artístico con un objetivo primeramente de información sobre la condición a la que se enfrentan la población migrante en la frontera sur de México y su paso a través de ella. Convocamos al grupo de artistas alemanes y mexicanos para exponer en la Galería Die Färberei, del 16 de agosto al 2 de septiembre de 2016, en Múnich, Alemania. Posteriormente, al año siguiente, la misma exposición en la Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma Metropolitana, el 18 y 19 de abril de 2017  en la Ciudad de México.

La conceptualización del proyecto

En conceptos tanto de la antropología y la geografía como de los estudios de migración, nuestros colegas combinaron los conceptos de migración, volatilidad, personas migrantes y la mezcla entre hospitalidad y hostilidad que encuentran en las localidades que atraviesan en su éxodo hacia Estados Unidos.

A pesar de las limitaciones de su estancia legal, su idiosincrasia y estrategias de movilidad, además de las dificultades que encuentran para establecerse en la Ciudad de México, estas personas migrantes se insertan localmente y se apropian de espacios locales, dándoles sentido.

Las experiencias y prácticas de las personas migrantes, quienes luchan para dar un sentido a su estancia en cierta localidad apropiándosela, transformándola en un lugar social, afectan y están afectadas por las configuraciones sociales y materiales de las localidades.

En este dossier de grabados se pusieron en conversación a los artistas mexicanos y alemanes  para plasmar su visión y perspectiva desde cada una de sus latitudes y emprendieran una búsqueda de los motivos que visualmente forman parte del discurso de la migración en América Latina. 

La perspectiva transnacional ha exigido cuestionar el llamado nacionalismo metodológico, el cual asume la “naturaleza” de ciertas categorías de investigación y análisis basadas en los límites del Estado-Nación, en particular la nacionalidad y la etnicidad de las personas migrantes, y la importancia de éstas en su vida.

Siguiendo esta línea, incluso la categoría misma de migrante requiere la pertinencia de problematización. Entonces, ¿cómo podríamos responder a las dinámicas recientes de la migración en América Latina?

En esta contribución utilizamos tres estrategias para evitar tal esencialismo e, igual de importante, para ir más allá de una simultánea radicalización y victimización de las personas migrantes.

En primer lugar, nos basamos en una exploración de la agencia humana, viendo cómo y cuándo diferentes experiencias y prácticas relacionadas al ser migrante, a cierta nacionalidad, etnicidad, religión, entre otros, juegan un papel en la vida diaria. Además, enfatizamos que estas experiencias y prácticas podrían ser compartidas con otros grupos sociales. 

En segundo lugar, tomamos en cuenta la posibilidad de una existencia transnacional de las personas migrantes y sus estrategias de movilidad, sin olvidarnos del contexto de control migratorio y como este contexto puede dificultar dicha existencia. 

En último y tercer lugar, mantenemos nuestro enfoque en el origen y destino, de exclusión e inclusión, de movilidad e inmovilidad. 

En conjunto, esta situación se extiende a México, históricamente conectado a la región centroamericana por la migración hacia Estados Unidos; es un país clave de tránsito y cada vez más de destino. 

Sin embargo, México se ha convertido en un país violento para las personas migrantes en tránsito; el crimen organizado detiene, extorsiona y secuestra migrantes. En muchos casos éstos son obligados a subsumirse en el crimen organizado u obligados a servir para las redes de trata. 

Movilidad y la industria de la migración

En el ámbito político y económico, así como en las ciencias sociales y las humanidades, se ha demarcado en estos últimos años un gran interés en la movilidad. A pesar de una creciente circulación global de servicios y productos, en las prácticas y los discursos estatales las fronteras entre países y los controles fronterizos selectivos fueron reforzados cada vez más, limitando la circulación humana. 

Las movilidades se han convertido en un nuevo factor de estratificación, produciendo una jerarquía global de movimientos. A medida que más personas cruzan las fronteras físicas y sociales, las autoridades e instituciones recurren a diversas infraestructuras y regímenes de movilidad para mantener el control. 

Mientras están surgiendo nuevas prácticas de control, también persiste la porosidad de ciertas fronteras, tanto en el ámbito sudamericano como centroamericano y mexicano.

En donde coexisten el control como imaginación ideal y su falta real, las personas migrantes buscan y encuentran diferentes caminos para llegar a sus destinos. Al mismo tiempo, aquellas que eluden los controles fronterizos son ilegalizadas y sus movimientos cada vez más comercializados. 

Las dinámicas migratorias son movidas en gran medida a través de una poderosa y organizada red de tráfico de personas. La industria de la migración consiste en las infraestructuras de actores y actividades, tanto formales como informales, que con fines de lucro facilitan la migración. Algunos de estos actores son sin lugar a dudas los agentes de gobierno, los trabajadores y voluntarios de las organizaciones no gubernamentales y las mismas redes de migrantes.

El clima generalizado de violencia e impunidad en los últimos cuatro años se ha observado en México un agravamiento de los abusos cometidos contra los migrantes que pretenden llegar a Estados Unidos. Los centroamericanos son las principales víctimas, no sólo porque son la gran mayoría del flujo migratorio, sino también porque realizan sus travesías por zonas inhóspitas carentes de autoridad.

Aunque las trayectorias de las personas migrantes sean cambiantes y siempre se alternen con momentos de inmovilidad, los asentamientos temporales se convierten poco a poco en territorios en donde se reconstruye su identidad. Por ello, nuestra intervención plástica tiene como objetivo principal demostrar que la migración es necesaria y que las fronteras tanto geográficas como políticas van perdiendo relevancia en la medida en que desplegamos nuestras más esenciales formas de solidaridad y consciencia sobre lo que significa la humanidad.

Referencias

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