Por Graciela Lechuga Solís / Profesora investigadora, Departamento de Relaciones Sociales. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco.
La consideraciones siguientes surgen de la publicación en 2016, del artículo “Homère, les récits, l’éducation, les discours”, del cual no se sabe a ciencia cierta si se escribió, al igual que la gran mayoría de sus artículos sobre literatura, después de la edición de Historia de la locura en la época clásica -en 1961- y que se continuaron a lo largo de la década de 1970. Aunque en la presentación que se hace del artículo se estima que éste pudo haber sido parte de La arqueología del saber (publicado en 1969) o un probable borrador del mismo libro.
En mi opinión, Homère, les récits, léducation… como los artículos de literatura, son parte del proyecto -o una enunciación constante- sobre la literatura, propósito al que Foucault llama ‘ontología de la literatura’, el cual no se desarrolla pero al que alude en algunos de sus artículos literarios y cuyas generalidades se indican más adelante.
Presentación
Yo no procedo por deducción lineal sino más bien por círculos concéntricos y voy tan pronto hacia los exteriores como hacia los interiores. Michel Foucault La Arqueología del Saber
En la caja XLVIII del fondo Michel Foucault (NAF28730) depositada en la Bibliotèque National de France (BNF), una de las carpetas contiene páginas completamente inéditas tituladas Homère, les récits, léducation, les discours, publicadas en la NRF no. 616 de enero de 2016 . La presentación y la transcripción del manuscrito estuvo a cargo de Martin Rueff,1 quien afirma que se trata de un texto redactado para una versión intermedia de La Arqueología del saber antes de descartarla de la publicación final de marzo de 1969 (Rueff : 103).
Homère, les récits, l’éducation, les discours, es un notable artículo, como muchos relativos a la literatura en la obra de Michel Foucault, y que además -como el propio Rueff sostiene- forma parte de la transformación que ha sufrido la recepción de la obra de Foucault desde 2013, cuando se dio a conocer que sus archivos se podrían consultar en la BNF.
En efecto, el escrito sobre Homero y otros hallazgos tales como el artículo “La littérature et la folie” (Foucault, 2016-2) y el cuarto tomo de Historia de la sexualidad. Las confesiones de la carne (Foucault, 2018), cuya presentación se llevó a cabo en París en febrero de 2018, hacen posible que sus lectores amplíen la perspectiva del pensador francés.
Homère, les récits, l’éducation, les discours, está dividido en cuatro partes. En la primera Foucault ofrece un análisis de La Odisea y de La Ilíada, cuyos relatos son a la vez simétricos y opuestos. El primero relata las guerras y las batallas a partir de una voz indirecta, mientras que en La Odisea Ulises escucha un relato que describe sus hazañas, las que al final lo conducirían a morir en la batalla. Más tarde, Ulises cantará el relato de sus propias aventuras. En la segunda parte Foucault define cuatro juegos del relato, que son: “la invocación épica; la reproducción fiel; la interrupción inopinada y el regreso de una figura del relato hacia el autor” (Rueff: 118). Además, en esta parte también indica que en nuestra cultura hay cuatro formas del relato, a las cuales les da una sigla a cada una: la sigla de Homero que se caracteriza por desdoblar el discurso y mezclar con una “melodía el canto de dos voces distintas” a las que difícilmente es posible separar una de otra debido a su superposición; la del Quijote que es de suyo multiplicar los discursos y proyectar detrás del discurso primero, una pluralidad de textos, traducciones, pergaminos; a la marca de Sterne le corresponde el juego de hacer proliferar los discursos desde el interior y hacer nacer una serie indefinida de discursos y, finalmente, la sigla de Proust que proyecta un discurso futuro.
En la tercera forma del relato presenta las objeciones a esos cuatro juegos; para ello, el filósofo francés se apoya en la Educación sentimental de Flaubert, novela que vale como prototipo de las obras en las que “el discurso se somete a las exigencias del relato (Foucault, 2016(1): 130). También desarrolla brevemente una impugnación a la “tan particular” tradición de la literatura del relato, a partir de tres objeciones: la especificidad del discurso; la pluralidad de los discursos que se engendran entre sí y proliferan; y la última cuando el discurso puede funcionar como condición de posibilidad para el sujeto hablante (2016 (1): 136).
En la última parte resume los usos más familiares del relato y concluye con un estudio del discurso hablado en público a partir del análisis en La guerra del Peloponeso de Pericles, además de ofrecer cuatro características del discurso.
Homère, les récits… y La arqueología del saber
Para los estudiosos de la obra de Foucault el descubrimiento de Homère, les récits… ha despertado muchas preguntas, las que ciertamente no se agotan con la hipótesis de Rueff de que el artículo del pensador francés sobre la literatura de la Grecia antigua es una versión intermedia de La arqueología del saber, la que posteriormente sería abandonada. Este par de afirmaciones abren más dudas que certidumbres , pues no son, hasta ahora, más que supuestos poco posibles de probar.
En cuanto a La arqueología del saber es posible que Foucault tuviera un plan para La Arqueología… y que luego cambiara; sin embargo, él mismo sostiene que ésta surgió, entre otras cosas, como una respuesta a las críticas y objeciones que suscitó la publicación de su libro inmediato anterior: Las palabras y las cosas. Es así que, la escritura de La Arqueología del saber, se debió al “[…]deseo de rectificar las inexactitudes, las imprudencias contenidas en los libros anteriores, y también el intento de trazar por adelantado el camino de un trabajo ulterior” (Foucault, “La naissance[…]”, DE I: 786).2
Por otro lado, La arqueología del saber tiene un carácter distinto al de los tres primeros libros que constituyen la ontología del saber, pues ni Historia de la locura, ni El Nacimiento de la clínica, como tampoco Las Palabras y las cosas, son “[…] libros autónomos ni suficientes por si mismos, ellos se apoyan entre sí, en la medida en que se trata cada vez, de una exploración muy parcial de una región limitada” (Foucault, “Sur l’archéologie des sciences[…]”, DE I: 708-709). Un poco después de reeditar Las palabras y las cosas Foucault consideró necesario precisar las relaciones entre tales libros. Afirma que se sintió “[…]en la obligación de escribir otro libro que aclarara la unidad entre los tres[…] e intentar resolver los problemas ocasionados” (Foucault, “La naissance […]”, DE I: 786). Con La Arqueología del saber intentó “[…] rectificar las imprudencias contenidas en los libros precedentes y también trazar el camino de un trabajo ulterior” (Foucault, “Sur l’archéologie des sciences […]”, DE I: 708-709).
La propuesta de que Homère, les récit […] es una versión intermedia de La Arqueología del saber antes de descartarla de la publicación final de marzo de 1969, implica -a menos que se hayan descubierto otros borradores de Foucault que lo hagan posible- que primero se escribió La arqueología del saber y luego Homère, les récits[…]; afirmación que está en franca contradicción con lo que, en este mismo artículo, en la página 116, Foucault sostiene:
[…]buscar jamás el discurso primero que daría a las cosas su sitio verbal, que las nombraría sin precedente, que las haría salir de su mutismo de piedra para un primer bautizo de las palabras[…] nuestros discursos, son siempre, otros discursos, transformados, ellos se constituyen sobre un juego ilimitado del discurso, esos discursos que recogemos para poder hablar, y que de regreso nosotros hacemos nacer por debajo y antes de que estemos en vías de decirlo.
(Foucault, Homère […]: 116)
Tampoco es propio del ‘estilo’ de Foucault escribir “en un orden cronológico o lineal, pues […]”3 para él ir de un texto a otro, tiene la finalidad de hacer correcciones constantes a lo ya escrito, tal y como lo indica en la introducción a la publicación alemana de Historia de la sexualidad I.
Mi sueño sería hacer un trabajo de largo aliento que se corrija en el curso de su progresión, que esté abierto tanto a las reacciones que él provoca, como a las coyunturas que se cruzan en su camino, y quizá también abierto a nuevas hipótesis. Lo que deseo, es un trabajo disperso y cambiante.4
Con esta forma de escritura, dispersa y cambiante, Foucault orienta su pensamiento hacia la construcción de “[…] un pensamiento de lo múltiple, de la multiplicidad dispersa y nómada” (Foucault, “Theatrum philosophicum”, DE 2: 90), apoyado en una “red de contingencias y azares” (Foucault, “Structuralisme et […]”, DE 4: 449) que haga posible, al menos en la época de la ontología del saber, determinar cuáles son las relaciones que existen entre “…grandes tipos de discursos que se pueden observar en una cultura determinada [y] las condiciones históricas, económicas y políticas de su formación” (Foucault, M., “De la Arqueología a la […]”, 1972, vol. 2, 1972). Esta manera de escribir es también parte de una voluntad, de un esfuerzo de Foucault para, a través de una crítica filosófica, no legitimar lo ya sabido, sino intentar “saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otro modo”. (Foucault, “Usage des plaisirs […]”, DE 4: 543).
La forma de escribir de Michel Foucault
Foucault reconoce la importancia que tuvieron en su nueva forma de pensar y de escribir, pensadores y escritores tan notables como Nietzsche, Blanchot, Bataille, Klossowski.
Para mi Nietzsche, Bataille, Klossowski fueron caminos para escapar de la filosofía. La violencia de Bataille, la perturbadora e insidiosa dulzura de Blanchot, las espirales de Klossowski… [Eran] entradas y salidas a través del permeable muro de la filosofía… eran las fronteras entre lo filosófico y lo no filosófico.
(Kritzman,1988: 312-313)
Foucault también simpatizó mucho con la postura literaria encabezada por Alain Robbe-Grillet, quien junto con Natalie Sarraute, Margarite Duras y otros, constituyeron el movimiento de crítica literaria conocido como Le Nouveau Roman, al que Denis Hollier también llama école de refus, puesto que sus obras rechazaban los enfoques de una psicología esencialista, de una cronología lineal, de la relación mecánica causa-efecto, y de la idea de un universo estable […] sobre el cual se apoyaba la ficción tradicional (Hollier, 1994: 990).
Habría que enfocar la lectura de “Homère, les récits, l’éducation, les discours”, no sólo a partir del análisis del discurso literario, como lo hace Martin Rueff, sino desde la perspectiva literaria del propio Foucault quien con sus poco más de treinta artículos sobre literatura, apuntó hacia el boceto de una posible ontología de la literatura.
Esta postura crítica de: “centelleos imaginativos” busca hacer una
crítica que no juzgue, una crítica que no refute las contradicciones sino que las anule; que haga posible un recomienzo constante del pensamiento; que favorezca más a los murmullos que a las palabras; que el objetivo de la ficción sea hacer ver la visibilidad de lo invisible; que no oponga forma y fondo; que investigue los procedimientos de la repetición que son propios a la literatura moderna (Lechuga: 112).
La ontología de la literatura
Desde la preparación y terminación de Historia de la locura en la época clásica,Foucault dedicó muchas páginas a la literatura; la tercera parte de este libro abunda en ejemplos, así como en el apéndice titulado “La ausencia de obra en la locura”. A partir de 1962 , un año después de la publicación del libro sobre la locura, el filósofo francés inició una serie de artículos sobre literatura que corren de manera paralela a la ontología del saber, a la manera de un murmullo constante. Después, a partir de la publicación de Vigilar y castigar y La voluntad de saber, cesaron los trabajos literarios aunque continuaron las referencias breves a la literatura moderna en la ontología del poder y de la moral, como sucede en el Gobierno de los vivos.
La ontología de la literatura no está en ningún libro específico, la componen una serie de artículos que en ocasiones se complementan entre sí y que en otras aluden a temas de análisis literario desarrollado por Foucault, cuyo objetivo fue determinar el ser de la literatura a través de temas como son: la autorreferencia, la transgresión, la escritura superpuesta, la repetición, etc. Estos temas se desarrollan en diversos artículos, algunos anteriores a La Arqueología del saber (1969), entre ellos están: “El lenguaje al infinito”(1963); “El lenguaje del espacio” (1963); la conferencia “Lenguaje y Literatura” (1964); “El Mallarmé de Jean Pierre Richard”(1964); La trasfábula (1966) y “Distancia, aspecto, origen” y “Prefacio a la transgresión”, (ambos de 1963).
Para Foucault, tanto sus libros como sus artículos son relevantes, pues todos juegan un papel en el conjunto de sus investigaciones y apuntan hacia la construcción de saberes interrelacionados entre sí. El artículo Homère, les récits […] no es necesariamente parte intermedia de La arqueología del saber, quizá es parte de ella, aunque esté fuera del libro, y también podría ser parte de la ontología de la literatura,6 que es a la vez correlativa al proyecto de la ontología del saber. Ambos proyectos, considera Miguel Morey, forman “[…]el haz y el envés de una misma deriva reflexiva” (Morey, 2014: 249).
Es propio de lo que Foucault llama ontología de la literatura, la duplicación o la repetición de temas que se dan en varios lugares, tal es el caso que ocurre en dos artículos y una conferencia:Homère, les récits” […], El lenguaje al infinito y la conferencia de Bruselas titulada “Lenguaje y literatura”, en donde Foucault alude a fragmentos del canto VIII de la Odisea, con el fin demostrar diferentes características del relato, por ejemplo para ilustrar la postura del narrador,7 que es cuando Ulises, náufrago anónimo, asiste al banquete en la tierra de los feacios, escucha la narración de su muerte, se retira y después aparece narrándose él mismo.
Ulises náufrago anónimo[…] ve avanzar al aedo Demodocos; escucha la celebración de las proezas de todos esos guerreros, de los cuales él fue uno de los más valientes… Y es así que en las palabras del poema, él descubre todo lo que se canta sobre él […] Escuchando ese relato donde a él vivo lo presentan como muerto, Ulises lleva sobre su rostro una parte de su traje de fiesta y llora a la manera en que las mujeres reciben el cuerpo de sus esposos muertos en combate. En su momento, Ulises avanzará, tomará la cítara, y cantará el relato de sus verdaderas aventuras, de sus fortunas, de sus naufragios[…].
(Foucault, Homère […], 2016: 113)
Fragmentos de este mismo texto Foucault los reutiliza en el artículo “El lenguaje al infinito”, con el fin de mostrar cómo la muerte encuentra en las palabras “su infinito recurso” para conjurar la muerte, el que Ulises logrará cantando él mismo su Odisea. Él…
[…] extranjero en la tierra de los feacios, oye por boca de otro, la voz milenaria ya, de su propia historia, es como si oyera su propia muerte: se vela el rostro y llora, con ese gesto que es de las mujeres cuando les llevan tras la batalla, el cuerpo del héroe muerto; contra esas palabras que le anuncian su muerte y que se escucha en el fondo la nueva Odisea como palabras de otro tiempo. Ulises debe cantar el canto de su identidad, contra sus desdichas para alejar el destino que un lenguaje anterior al lenguaje le trae. Y prosigue esta habla ficticia confirmándola y conjurándola a la vez, en aquel espacio vecino de muerte pero erigido contra ella en donde el relato encuentra su lugar natural.
(Foucault, “El lenguaje al[…]”, 1963: 143-144)
Foucault se vale de otro ejemplo de reutilización de una fracción en su conferencia “Lenguaje y literatura”, para mostrar otra característica de los signos en la escritura que es la autoimplicación, por medio de la cual una obra se designa en su propio interior. Este signo, en el que la literatura se designa mediante ella misma, es un ritual de duelo, como en el caso de La Odisea:
[…]cuando Ulises oye cantar al aedo las aventuras de Ulises[…] hay algo muy característico, y es que en el momento en que Ulises, al escuchar al aedo cantar sus propias aventuras, cuando los feacios todavía no lo han reconocido, baja la cabeza, se vela el rostro y se pone a llorar, dice el texto de Homero, con un gesto que es el de las mujeres cuando reciben, tras la batalla, el cadáver de su esposo.
(Foucault, “Lenguaje y literatura”, 1964: 92)
En la literatura moderna, esta “estructura de repetición” se puede leer en La celosía de Alain Robbe-Grillet a quien Foucault considera entre los autores del Noveau Roman Française como “el mayor” (Foucault, “Distancia[…]”, 1963: 165).
Análisis literario contra literatura del espacio
Martin Rueff, en la cuidadosa revisión y presentación que hizo de Homère, les récits[…], contempla la posibilidad de que en La arqueología del saber suceda algo parecido a lo que le pasa a muchos escritores con algunos de sus libros, como podría ser la relación entre el artículo y el libro indicados. Para esto se apoya en el libro Lettrines de Julien Grecq y sugiere que “Homère, les récits…” es un fantasma de la Arqueología del saber, tal y como propone Grecq, quien considera que los libros fantasma, son aquellos:
[…] libros sucesivos que la imaginación del autor proyectaría en cada momento[…] y que cambiarían, con la deformación inevitable que el trabajo de escribir imprime a cada capítulo […] esos libros que no han visto el día de la escritura, cuentan de cierta manera, no desaparecieron por completo.
(Rueff, 2016: 105)
Unos cuantos renglones más abajo y apoyándose en esta cita, Rueff utiliza el fragmento de una entrevista hecha a Foucault por Raymond
Bellour aparecida en Dits et Écrits bajo el título de “Sur les façons d’écrire l’histoire” (Bellour, DE vol.1: 595), para mostrar y comprobar algunos de los fantasmas de Foucault y establecer un vínculo entre la entrevista y Lettrines. “En esta entrevista el filósofo francés relata una pesadilla que tuvo desde pequeño, parecida a una especie de ‘obsesión por el lenguaje’ o de una angustia no nacida de la página en blanco, sino de una ‘angustia de sentido’ que perturba, angustia de sentido que se pierde” (Bellour, DE 1: 595).
Es posible suponer que Homère, les récits…, sea producto de una pesadilla de La arqueología del saber, como factible también es que los trabajos de Foucault sobre la literatura y la crítica contemporánea en la que se apoya para la redacción de algunos de sus artículos, se ubiquen fuera del “mito de la interioridad” (Bellour: 592 ).
Ninguno de ellos centra su interés en la reconstrucción de un “secreto inmanente” (592), ya que él se inscribe totalmente fuera del análisis literario psicologista, pues asume que el análisis literario “[…] ha llegado a la edad adulta que lo exime de la psicología” (Foucault, “El Mallarmé[…]”, 1964: 202).
La crítica, sostiene Foucault, ya no tiene predilección por el momento psicológico de la creación de la obra, ahora su interés se centra en la escritura, en sus formas, sus configuraciones. El análisis literario ya no se inclina por:
La relación de un hombre con su mundo, ni la de un adulto con sus fantasmas o su infancia (negritas de GL), ni la de un literato con una lengua, sino la de un sujeto hablante, con este ser singular, difícil, complejo, profundamente ambiguo (ya que designa y da ser a todos los demás, incluido a sí mismo, y que se llama lenguaje).
(Lechuga, 2004: 113)
Su interés está en la crítica que, a partir del estudio del texto, construye otro texto, para que entonces se escriban “textos de textos” (Foucault, “El Mallarmé […]”, 202); que se establezcan entrecruzamientos “[…] simultáneos en varios campos de saber” (Foucault, “La arqueología del […]”, 267), y abundar en la formación de una red interdiscursiva. La elección por el análisis literario tampoco se orienta hacia los estudios semiológicos,8 que estudian las estructuras significantes y significativas, sino que su interés está “en los que estudian su espacialidad” (Foucault, “Lenguaje y Literatura y[…]”: 94). Dichos estudios, precisa en 1964, son estudios en su mayoría empíricos, que se estaban descubriendo por diferentes caminos. Para él:
‘El lenguaje es espacio’ […] puesto que cada elemento del lenguaje sólo tiene sentido en una red de sincronía[…] y por un serie de operaciones definidas en un conjunto, por consiguiente, en un espacio.
(Foucault, M.)
La opción por los estudios espaciales no es azarosa en los trabajos de Foucault; es una constante en sus investigaciones, pues al igual que en sus libros como Vigilar y castigar o Historia de la locura en la época clásica, destacan las relaciones entre espacio, discurso y sujeto. Su preferencia por los estudios sobre el lenguaje no semiológicos, obedece a la misma razón: estudiar el espacio desde la página en blanco. En los sucesivo, el camino ya no sería el de “las estructuras significativas y significantes de la obra”, sino el de su espacialidad” (Foucault, “Lenguaje y Literatura, y[…]”: 94 ).
Los libros de Foucault
Es probable que la crítica de Foucault al libro sea de inspiración Blanchotiana, pues ambos consideran cambiar el libro como un modo de leer. Blanchot sostiene que tenemos los libros más pobres que puedan concebirse, mientras que Foucault quisiera que el libro pequeño–acontecimiento se re-copiara, se fragmentara y se repitiera, se desdoblara, se imite.
Otra importante aportación a la escritura de sus libros la toma Foucault del gran libro de Jean-Pierre Richard: El universo imaginario de Mallarmé cuya propuesta es que el libro sea un “volumen verbal abierto en el que toda nueva huella encontrada puede tener sitio en él” (Foucault, “El Mallarmé[…]”: 204). La pretensión del autor de Vigilar y castigar es que los libros hechos a base de fragmentos se imiten, que se repitan trozos de uno mismo en diferentes lugares de otros y se pueda establecer “una relación de conjunto que los obligue a esclarecerse mutuamente”. (“El Mallarmé […]”: 204).
Uno de los objetivos que busca Foucault en sus libros es constituir una “red de investigaciones (Foucault, “Sur l’archéologie des sciences[…], DE I: 674), en las que se analicen, se relacionen y se comparen, se complementen, se correlacionen entre sí, y se establecen lazos transversales entre saber y saber (Foucault, “Sur l’archéologie des sciences[…], DE I: 709).
Ninguno de sus libros es autónomo, todos ellos se apoyan entre sí y deben leerse como “un conjunto apenas esbozado de experimentaciones descriptivas, pero al mismo tiempo, “los libros son hechos discursivos individuales” (Foucault, DE I: 674 ). Los libros de Foucault son “superposiciones de mapas” (Deleuze, Foucault, 70). Él no se considera un escritor, se piensa a sí mismo como “un vendedor de instrumentos, un hacedor de recetas, un indicador de objetivos, un cartógrafo” (Foucault, 1975 “Sur la sellete”, DE II: 725). Tampoco se considera un teórico, ya que sus planes no son los de un edificio permanente, él hace trazos. Se trata de trazos de desplazamientos y “[…] no de un edificio teórico […], de desplazamiento por medio del cual mis posiciones teóricas no cesan de cambiar. Digamos que soy un teórico negativo. Después de cada curso un nuevo trazo” (Foucault, Du gouvernement de […]: 74-75. (Negritas de GL)
Maurice Blanchot en su libro Michel Foucault tel que je l’imagine, afirma sobre el historiador de la sexualidad, que “Foucault no sería Foucault, si no cambiara”. Vigilar y Castigar es claro ejemplo de este proceder, pues en este caso, hizo un tour de force con la pretensión de abandonar el carácter “expresivo de la literatura” en tanto discurso envolvente general de todos los discursos (Droit Roger-Pol, Michel Foucault […]: 83) y utilizó a la literatura en un aspecto francamente negativo cuando hizo el libro sobre la prisión.
En relación a esta actitud, pasé de la expectativa (señalar a la literatura en donde ella estaba, sin indicar sus relaciones con el resto), a una posición francamente negativa, intentando hacer reaparecer positivamente todos los discursos no literarios o paraliterarios que pudieron haberse constituido en una época determinada, y excluyendo a la literatura. Vigilar y Castigar no se trata más que de mala literatura.9
(Pol–Droit, Michel Foucault: 79)
En éste libro, el que Foucault considerara como su mejor libro, se refiere a la mala literatura y que da consistencia al libro; a la recopilada en los
archivos como cartas de los presos, de volantes de hojas sueltas de los reos o de sus familiares, y de los periódicos amarillistas de la época, etc., con el fin también de hacer una crítica contundente a la literatura de autor.
En Historia de la sexualidad I que se su publicó un año después del libro sobre la prisión, se apoyó en Les Bijoux indiscrets de Diderot así como en breves alusiones a la sexualidad de D.H. Lawrence. A partir de entonces, Foucault solamente hará menciones a la literatura como en El gobierno de los Vivos.
Los libros de Michel Foucault están diseñados como libros correlativos, libros encadenados entre sí, que tienen, en su mayoría, un libro par. Con este tipo de libros, en mi opinión, Foucault buscó “ubicar su pensamiento fuera del modelo uniforme de la temporalización” (Foucault, “La arqueología[…]”: 336), salirse del modelo lineal de la palabra y la escritura, así como “desarrollar un gran manto de superficie de inscripción de relaciones de los enunciados con el fin de lograr entrecruzamientos simultáneos en varios campos del saber”(267).
Quizá el caso más representativo sea “el de Nacimiento de la clínica […]y Raymond Roussel cuya publicación ocurrió casi de manera simultánea. Además de que de El nacimiento de la clínica es a su vez, la continuación de Historia de la locura. Vigilar y castigar… e Historia de la sexualidad 1 están también relacionados entre sí; son el par de libros con el que se cierra la ontología del poder y, al mismo tiempo, da comienzo a la ontología de la moral, la que a su vez, continuará con el otro par de libros: Historia de la sexualidad 2 y 3, aunque este dueto se rompe con la publicación en 2018 de Les aveux de la chair.
Los libros en red
Michel Foucault escribió artículos, introducciones a libros, conferencias que se volvieron artículos y un libro sobre literatura: Raymond Roussel. Todo el conjunto forma una red de escritos literarios que se cierra en definitiva en 1984 con Raymond Roussel, Archéologie d’une passion (Foucault, R.Rousel. Archéologie d’une passion […] . DE IV: 599-609). Ellos se apoyan a la vez en sus diferencias y en su simultaneidad, y definen “…sin privilegio ni culminación, la extensión de una red”(Foucault, 1963 “Distancia, aspect […]”: 172). Todos son parte de la red de escritura que crece en el límite de sus libros, o son artículos complementarios a ellos, pero no están fuera del conjunto de su obra. Esta red de escritos comparte temas que se repiten y se escriben en diferentes lugares con el fin de que cada huella encontrada tenga lugar en otro artículo y, así , estudiar el movimiento de un murmullo” (Foucault, “El Mallarmé[…]”: 205).
El mismo Foucault señala que en artículos y conferencias propone reflexiones metódicas sobre un libro terminado, “susceptibles de ayudarme a definir otro posible trabajo. Son especies de andamios que sirven de relevo entre un trabajo que está en vías de acabarse y otro. No se trata de un método general definitivamente válido para los otros y para mi. Eso que he escrito no es jamás, prescriptivo ni para mi ni para los otros (Foucault, 1980. Entrevista con Trombadori, DE 4: 42).
La escritura en red no pretende rastrear de manera alguna la solemnidad del origen (Foucault, “La verdad[…]”, DE 2: 544), sino que con ella busca con “una metodología histórica, la pequeña meticulosidad” (1974, DE 2: 544) y quizá también, a la manera de algunos de los libros de Julio Verne, hacer que lo narrado “se rompa a cada instante” (Foucault, 1966, “La trasfábula”, Gabilondo (ed.) “De lenguaje […]”: 214), se rompa sin cesar, de modo que “la narración se reconstituye según un nuevo perfil”.
(Subrayados de GL)
En “La trasfábula” Foucault celebra que sus libros:
Están maravillosamente llenos de esas discontinuidades en el modo de la ficción, [donde] el texto que cuenta se rompe a cada instante: cambia de signos, se invierte, toma distancia, viene de otra parte y como de otra voz. (Foucault, “La trasfábula”: 214)
(Foucault, “La trasfábula”: 214)
Este podría ser el caso de Homére, les récits[…], el de una escritura en espera de ser leída de manera transversal, a manera de Zigzag, junto con los artículos sobre literatura de Foucault y no como la única posibilidad de que sea antes de, en medio de, o después de La arqueología del saber.
1 La caja XLVIII del Fondo Michel Foucault (NAF28730) depositada en la B.N.F contiene el archivo preparatorio de La Arqueología del saber. El primer sobre (pochette) de cartón color de rosa indica a la izquierda el encabezado École Nationale d ‘Administration y a la derecha, la referencia manuscrita: Arch.Sav.Prep. (Archéologie du savoir. Préparation). Hay una docena de carpetas manuscritas […] que en conjunto representan 392 páginas. Una de las carpetas lleva a guisa de título o de referencia: Homère, les récits, l‘éducation, les discours”. Martin Rueff indica que l‘éducation no corresponde a la educación en los tiempos de Homero sino que alude a la Educación sentimental de Flaubert. Este archivo está formado por 55 páginas ordenadas de la 1 a la 55 (cada lado de la hoja tiene un número) además de 14 páginas numeradas de la 1 a la 14, pero aquí, sólo el anverso está foliado. Son 83 páginas completamente inéditas, profundas y cautivadoras, y las cuales conforme a las exigencias de La Arqueología del saber, elegimos no dar otro título que el enunciado en esos cuatro enunciados. p. 106. (Las traducciones son de GL)
2 En lo sucesivo las citas relativas a Dits et ècrits se indicarán como DE. Dits et Écrits es el compendio en 4 volúmenes de todo lo publicado por Foucault, además de sus libros, a saber: artículos literarios, filosóficos, periodísticos, históricos, presentaciones de libros, conferencias, etc. Para Foucault como para sus lectores, estas publicaciones son de suma importancia, pues en ellas, él precisa, corrige y refuta, lo que considera no fue suficientemente claro. La primera edición de 1994 consta de 4 volúmenes y la editó en París Gallimard. La segunda edición, en 2 volúmenes, editada en La pléyade, también vio la luz en París en 2015.
3 En una entrevista que Foucault sostuvo con P. Caruso, indica que hay que “evitar (garder) … una concepción excesivamente lineal de la historia”. Por lo común se piensa que cierto acontecimiento histórico sigue a otro. También es posible pensar como problema histórico que dos acontecimientos puedan ser contemporáneos (Foucault, Michel., “Qui êtes-vous, professeur Foucault?”, DE 1:607.
4 Foucault, Michel. “Sexualité et vérité”, DE., V. 3, p.136-137.
5 Foucault, Michel (1964). De lenguaje y literatura, p. 86.
6 En 1977 Foucault sostiene una entrevista con el académico S. Hasumi, quien le pregunta sobre la literatura de la cual antes hablaba mucho y espontáneamente. La respuesta de Foucault es que “Si hablaba mucho[…] en ese momento yo no sabía muy bien de qué hablaba, buscaba la ley o el principio de mi discurso. Ahora lo sé mejor”, DE 3: 414.
7 La postura del narrador es relativa a lo que cuenta y éste forma “[…] parte de la aventura, […] como un espectador ligeramente retirado[….] (Foucault, “La trasfábula”, 1966: 213).
8 Roger Pol-Droit le realizó varias entrevistas a Foucault, en la llamada “De los suplicios a la celda” de 1975, éste le indica que una manera de contrarrestar la importancia en que la burguesía ha sacralizados algunos textos, se podría lograr al: “oponer la lógica del inconsciente, [que] debe ser sustituida por una lógica de la estrategia. El privilegio concedido en la actualidad al significante y a sus cadenas, debe ser sustituido por las tácticas y la estrategias. (Foucault, Michel. DE II: 720)
9 Foucault alude a la buena literatura en la misma entrevista con Pol-Droit (V. pp.79-82), así como en un breve artículo: El Eugenio Sue que amo (DE 3: 500-503), en donde expresa un gran reconocimiento por el autor de Los misterios del pueblo, quien supo llevar un saber hasta su mayor punto de intensidad[…] en suma, “buena literatura”. Cabe señalar que en algunos de sus libros, Sue utilizó cartas y notas de sus lectores que en ocasiones reflejaban su vida, las que utilizaría en la escritura de ellos. Ver Eugène Sue, Les Mystères de Paris, Paris: Gallimard, 2009.
Referencias
Libros de Foucault
Foucault, M. (2007) La arqueología del saber. México, Siglo XXI Editores.
________ (2009) Historia de la locura en la época clásica. 2 vols. México: FCE.
________ (2012) Du gouvernement des vivants. Cours du collège de France (1979-1980). Paris: EHSS-Gallimard-Seuil.
________ (2018) Histoire de la sexualité 4. Les aveux de la chair. Édition établie par Frédéric Gros. Paris: Éditions Gallimard.
Compilación de artículos y revista de Foucault
Foucault, M. (1994) “El lenguaje al infinito”. Comp. Ángel Gabilondo. De lenguaje y literatura. Barcelona: Paidós, pp. 143-155.
________ (1994) “Distancia, aspecto, origen”. Comp. Ángel Gabilondo. De lenguaje y literatura. Barcelona: Paidós, pp. 165-179.
________ (1994) “Lenguaje y literatura”. Comp. Ángel Gabilondo. De lenguaje y literatura. Barcelona: Paidós, pp. 63-103.
________ (1994) “El lenguaje del espacio”. Comp. Ángel Gabilondo. De lenguaje y literatura. Barcelona: Paidós, pp. 195-200.
________ (1994) “El Mallarmé de J.-P. Richard”. Comp. Ángel Gabilondo. De lenguaje y literatura. Barcelona: Paidós, pp. 201-212.
________ (1994) “La trasfábula”. Comp. Ángel Gabilondo. De lenguaje y literatura. Barcelona: Paidós, pp. 213-221.
________ (1994) “Sur les façons d’écrire l’histoire”. (Entretien avec R. Bellour). Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 1, no. 48, 1967, pp. 585-600.
________ (1994) “Qui êtes-vous, professeur Foucault? (Entretien avec P.Caruso). Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 1, no. 50, 1967, pp.601-620.
________ (1994) “Réponse à une question”. Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 1, no. 58, 1968, pp. 673-695.
________ (1994) “Sur l’archéologie des sciences. Réponse au Cercle d’épistémologie”. Dits et Écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 1, no. 59, 1968, pp. 696-731.
________ (1994) “La naissance d’un monde” (entretien avec J.-M. Palmier). Dits et Écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 1, no. 68, 1969, pp. 786-789.
________ (1994) “Theatrum philosophicum”. Dits et Écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 2, no. 80, 1970, pp. 75-99.
______ (1994) “La verdad y las formas jurídicas” (Conferencia en la Universidad católica de Río de Janeiro). Dits et Écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 2, no. 139, 1974, pp. 139-646.
______ (1994) “Des supplices aux cellules”. (Entretien avec R.-P. Droit). Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 2, no. 151, 1975, pp. 716-720.
______ (1994) “Sur la sellette” (Entretien avec J.-L. Ezine). Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 2, no. 152, 1975, pp. 720-725.
______ (1994) “Sexualité et vérité”. Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 3, no. 190, 1977, pp. 136-137.
______ (1994) “Pouvoir et savoir” (Entretien avec S. Hasumi). Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 3, no. 216, 1975, pp. 399 -414.
______ (1994) “Les rapports de pouvoir passent á l’intérieur des corps” (entretien L. Finas). Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 3, no. 197, 1977, pp. 228-236.
______ (1994) “Entretien avec Michel Foucault” (entretien avec D. Trombadori). Dits et écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 4, no. 281, 1980, pp. 41-95.
______ (1994) “Structuralisme et poststructuralisme” (Entretien avec G. Raulet). Dits et Écrits. Édition établie sous la direction de Daniel Defert et François Ewald. 4 vols. Paris: Gallimard, vol. 4, no. 330, 1983, pp. 431-457.
______ 2016) (1) “Homère, les récits, l’éducation, les discours”. Transcription et présentation Martin Rueff. Nouvelle Revue Française, no. 616, pp. 103-150.
______ (2016) (2 ) “La littérature et la folie”. Une conférence inédite de Michel Foucault Paris: Critique, Décembre, no. 835, pp. 965-980.
Libros, artículos y presentaciones sobre Foucault
Chevalier, Ph.(2011) Michel Foucault et le christianisme. Lyon: ENS Éditions.
Deleuze, G. (1987). Foucault. México: Paidós.
Droit, R-P. (2004) Michel Foucault, entretiens. Paris: Odile Jacob.
Hollier, D. (1989) A new History of French Literature. United States: Fellows of Harvard College.
Kritzman, L. D. (1988) “Michel Foucault”. Politics, Philosophy, Culture. Great Britain: Routledge, 307-313.
Lechuga, G. (2004) Las resonancias literarias de Michel Foucault. Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
Morey, M. (2014) Escritos sobre Foucault. Madrid: Ediciones Sexto Piso.
Rueff, M. (2016) Transcription et présentation “Homère, les récits, l’éducation, les discours”. Nouvelle Revue Française, no. 616, pp. 103-150.