Jorge E. Brenna Becerril/ Profesor investigador. UAM Xochimilco.
No es frecuente ni es costumbre hacer una reseña de un texto que el mismo reseñante ha publicado, es por esta razón que el que esto escribe se reduce a intentar hacer una crónica -si se puede decir tal cosa- de la presentación del libro La teoría social frente al espejo de la pandemia global realizada el pasado día 24 de febrero a través de la plataforma Casa de Libros Abiertos-Librosuam de Facebook. La presentación del libro colectivo en cuestión, editado por la sección de publicaciones de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, en su campus Xochimilco, tiene como coautores y coordinadores a la doctora Sonia Comboni Salinas y al doctor Jorge Eduardo Brenna Becerril, ambos pertenecientes al Departamento de Relaciones Sociales y, en particular, al área de investigación Sociedad y Territorialidad: un área relativamente joven y que por más de 20 años ha estado muy activa en la reflexión de la teoría social y de los temas relativos a la sociedad y el territorio desde diferentes perspectivas y técnicas disciplinarias. El evento estuvo moderado por Varinia Cortés, asistente editorial de la sección de publicaciones de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, quien se encargó de apoyar en la organización y moderación a lo largo del evento en cuestión. Por otra parte, se contó con los agudos comentarios de la doctora Carolina Peláez profesora-investigadora del área de Estudios del trabajo y del doctor Álvaro López Lara, profesor investigador del área Sociedad y territorialidad, ambos miembros del Departamento de Relaciones Sociales y quiénes nos brindaron interesantes comentarios críticos acerca de la obra en cuestión. También se contó con la presencia del doctor Jaime Romero, docente en el posgrado en desarrollo rural y en la licenciatura en sociología de la UAM Xochimilco, y colaborador en el texto comentado.
En su intervención, la doctora Carolina Peláez señaló que resumía en pocas palabras su experiencia con el texto en dos sentidos: una experiencia intelectual y una experiencia a manera de “un apapacho”.1 En el primer sentido, señaló que nuestras ideas y conceptos siempre están en constante en permanente contraste con la realidad social. Y es un apapacho porque uno se va sintiendo identificado con lo narrado en las temáticas: “nos encontramos a nosotros mismos en las páginas porque también hemos vivido el confinamiento y hemos sentido este miedo y zozobra en nuestro propio destino…” -señaló- “así como la ansiedad, el estrés y el aburrimiento (cómo lo apunta Laura Díaz Leal en su colaboración). Al ir leyendo los capítulos uno realiza este acto de doble hermenéutica (Giddens dixit) en el que se analizan nuestros propios marcos de significados. Al comentar las distintas partes de la obra, la doctora Peláez señaló que la riqueza temática del texto le resultaba estimulante como investigadora: “es un libro que habla sobre nuestra vida diaria y deja sobre la mesa ideas para seguir indagando”. Señalo que esta cualidad lo hace un texto recomendable tanto para investigadores como para los estudiantes de las ciencias sociales y las humanidades… como un estímulo a la imaginación sociológica. Por cierto, señaló: “nadie podríamos negar la transformación a nivel global que ha traído el sars-covid”. La profesora de la UAM hizo también un recuento creativo de la importancia de los temas y las teorías tratadas, como el espacio público, la desigualdad en el manejo de las nuevas condiciones educativas durante la pandemia, el papel de los cambios emocionales en el ámbito familiar, los cambios en el espacio privado y el consumo individual durante el confinamiento y el papel de los movimientos sociales acrecentados en el tiempo pandémico. En suma, la doctora Peláez apuntó que la obra es relevante en tanto nos recuerda las paradojas, las incertidumbres, nuestros miedos, nuestras esperanzas y nuestras creencias científicas.
1 Voz de origen náhuatlque la RAE define como “palmadita cariñosa o abrazo”. Los mexicanos, sin embargo, le otorgan una definición más poética del acto: “abrazar o acariciar con el alma”. El apapacho es cariño, es consuelo, es mimo, es ternura.
En la intervención del doctor Álvaro López, académico de la UAM y también miembro del área de Sociedad y Territorialidad, señaló qué el evento y la presentación del libro era una oportunidad para entablar un diálogo en torno a los retos de la teoría social y, en particular, de la teoría sociológica frente a los cambios a raíz de la pandemia global. Señaló como un acierto de los coordinadores la consigna para que los artículos pusieran en el centro de la reflexión las principales teorías sociales vigentes y actuales y ponerlas a dialogar con el fenómeno emergente de la pandemia. El texto revisa cómo son afectados los órdenes público y privado y los procesos de socialización en general. Al respecto agregó una pregunta que convendría enfatizar mayormente: ¿cómo son afectados los regímenes políticos y las formas estatales en términos de una intensificación de la vigilancia sobre los ciudadanos a partir de las tecnologías disponibles para tal efecto? Al respecto, señaló que la vigilancia es total y el capitalismo de la vigilancia está presente en el fenómeno pandémico. El doctor en antropología afirmó al respecto que “no todo lo que viene de la vigilancia debe ser visto como algo negativo… Hay factores en las tecnologías de la vigilancia qué pueden tener un aspecto positivo” -señaló. También apuntó que el libro, en general, tiene intrínseca una red conceptual que lo estructura (biopolítica, inmunidad/comunidad, actor-red, espacio público y espacio privado, realidad virtual, post presencialidad, y un largo etcétera) lo que nos obliga a revisar si esta red conceptual es debidamente contrastada con la realidad emergente. Destacó también la reflexión sobre la noción de desigualdad, habitus, brecha digital… en uno de los artículos de la segunda sección del texto. El profesor López Lara señaló también la importancia del tema del tejido emocional de las familias frente a la pandemia a partir de categorías como resiliencia, malestar, etcétera. Enfatizó sobre el tratamiento que se hace, en uno de los artículos, del hogar como zona de seguridad frente a los riesgos de contagio y el temor a lo inesperado. El libro cumple con su propósito de discutir la teoría social frente al espejo de la pandemia, pero se queda corto, según el comentarista, en una contrastación de los conceptos con la realidad a partir de la sistematización de evidencia empírica sobre los cambios que están ocurriendo –concluyó.
En nuestra breve participación se habló sobre los motivos y la justificación para haber abordado la temática del libro como una decisión colectiva del área de investigación de Sociedad y territorialidad. Se señaló como un imperativo ético la necesidad de hacer una contrastación preliminar de las teorías con las que explicamos el orden social pero, sobre todo, hacernos un cuestionamiento sobre las teorías que nos ayuden a comprender los momentos en los que el orden social estalla dejándonos “desnudos en la bañera”, es decir sorprendidos y con la guardia baja. La crisis pandémica significa un reto para la reflexión social de la comunidad científica. Más aún sí tenemos en cuenta qué estas teorías son las que se enseñan en el aula en instituciones académicas de primer orden como la UAM. No se pueden enseñar teorías clásicas frente a realidades emergentes que nos arrojan a la cara realidades insospechadas para las que las ciencias sociales, las doctrinas religiosas, las ideologías y las narrativas científicas en general no han atinado a dar respuestas a los cambios radicales que sobrevinieron con la pandemia. Es por ello que el ejercicio saludable de contrastar nuestras teorías con las realidades emergentes ha sido el imperativo que guio a los colaboradores del texto. Sin embargo, el endurecimiento de la vigilancia y de las regulaciones estatales durante la emergencia pandémica no pueden ser vistas como algo positivo cuando el costo de ello es la anulación casi total de los derechos a la libertad de expresión, de tránsito y al acceso a bienes públicos como la salud, el empleo, el apoyo social frente al desempleo ocurrido o crear condiciones para la continuidad educativa en condiciones de equidad. Se aludió también a la expresión hecha por el doctor López Lara de que estamos experimentando una realidad híbrida, confirmando lo dicho y agregando que la hibridez es una cualidad a la que tenemos que acostumbrarnos en la nueva realidad que se está perfilando a raíz de la crisis pandémica.
Finalmente, los comentarios de cierre provinieron por parte del doctor Jaime Romero, colaborador también en la obra presentada. En su intervención el doctor Jaime Romero, profesor de la licenciatura en sociología y en el posgrado en Estudios Rurales de la UAM, señaló qué la pandemia no comenzó cuando se detecta el virus sino que ya venía dando signos no solo por el propio virus sino también por el comportamiento social que veníamos teniendo en días anteriores. Señaló que el libro es un repensar la realidad a través de nociones que nos conducen a repensarla. Nociones cómo la inmunidad, el contagio, el confinamiento, el estigma, etcétera; o el pensar, por ejemplo, en la relevancia que comenzó a jugar el internet para mediar en nuestras subjetividades y en las relaciones sociales como tales. Los materiales que presenta el libro -señaló- nos muestran diferentes preguntas hechas a la realidad, diferentes narrativas, diferentes herramientas para aproximarnos a una reflexión sobre la pandemia y todo a la luz de lo social; teorías como las de Foucault, Simmel, Agamben, Bourdieu y otros que respaldan el atrevimiento para pensar la realidad y que han dejado en un hilo realidades como el miedo al contagio, cosas de lo cotidiano, pero ahora muy presentes en este nuevo orden. En el libro en cuestión hay miradas muy sensibles como el artículo que habla sobre la intimidad, el comportamiento en la familia o la reflexión sobre las desigualdades en el acto educativo durante la pandemia. O bien el tema sobre quién tiene derecho a vivir y a morir, los contagiados, etcétera. Esto es lo que invita a leer el libro -señaló el doctor Romero- como una lectura inquietante que nos deja pensando y nos deja un eco que invita a leerlo, y no solo a investigadores o estudiantes sino también a un público en general. Finalizó sus comentarios invitando a la lectura entusiasta del texto señalando contundentemente que el libro La teoría social frente al espejo de la pandemia global contribuye a abrir nuevas preguntas frente a nuevas realidades.