Daniel Anguiano nació el 19 de febrero de 1989 en la Ciudad de México. Actualmente es director de fotografía y trabaja con imágenes en movimiento, películas, series y videoclips, pero la foto fija es su pasión, la cual surgió desde su infancia cuando le regalaron su primera cámara desechable. Desde su adolescencia ya tenía una cámara digital y a los 16 años tomó un curso de fotografía contemporánea en la UAM-Xochimilco, en donde aprendió de los grandes fotógrafos mexicanos, al mismo tiempo que comenzó a desarrollar el lado técnico de la fotografía. Para entonces ya tenía una cámara semi profesional, con la que empezó su carrera como fotógrafo profesional. Esto sucedió después de un viaje a Bolivia, sitio que lo llevó a involucrarse con el espacio y a interesarse por retratar la vida cotidiana de las personas; ahí descubrió la “fotografía de calle”, un tipo de fotografía documental que busca captar el lugar y la vida diaria, en donde justamente es la persona la que le da vida al espacio. Su obra parte de jugar con la luz natural, que es lo que le da fuerza a su obra.
Entre algunas de sus influencias están los fotógrafos James Nachtwey (1948), Robert Capa (1913-1954) y Henri Cartier-Bresson (1908-2004), artistas que desarrollaron su trabajo a través del reportaje y de los que aprendió la importancia de vivir el día a día. De los fotógrafos mexicanos que tiene presentes, recuerda sus clases con Pedro Meyer (1935) o Francisco Mata (1958), quien retrató la vida de la Ciudad de México.
Por su parte, Daniel Anguiano prefiere retratar otras calles, otros lugares fuera de México, lo cual le permite una mirada distanciada e imprimir otro punto de vista, así como absorber todo lo nuevo que ve a su alrededor, estéticas, encuadres, momentos, etc. “Los viajes me gustan para renovarme un poquito en el lado creativo. Me gusta de vez en cuando regresar a las fotos que tomé tiempo atrás y les encuentro otras cosas. La foto en celular la uso básicamente para documentar espacios, para trabajar”.