Veredas. Revista del Pensamiento Sociológico

Rafael Pardo: la ciudad diversa

El arquitecto veracruzano Rafael Pardo es un ejemplo de cómo la arquitectura puede construir comunidad, al margen de la centralización de los recursos con los que puedan establecerse recintos culturales o proyectarse espacios públicos. el proyecto construye “ciudad” (ahí donde, como dice la etimología, se construye la vida civil). La diversidad de usos que alberga Flavia tiene, como consecuencia, que aquellos habitantes distintos, con un abanico de intereses culturales, puedan estar bajo un solo techo y así puedan construir una ciudad.

Elogio del pesimismo cultural*. Por Michael Löwy

El pesimismo cultural (Kulturpessimismus) tiene mala prensa. El término aparece a fines del siglo XIX para designar una actitud, un estado de ánimo, una Stimmung de recelo respecto a la modernidad, y de crítica al capitalismo, el liberalismo y el industrialismo.

La función nominativa en el proceso de la comunicación humana

Este breve ensayo se enfoca en analizar las funciones del lenguaje enunciadas por Roman Jakobson y su importancia para la redacción científica. Asimismo, se introduce una función nueva que se denomina función nominativa (“en nombre de quien se habla o escribe”).

Historia y literatura en el período soviético

En este trabajo se analiza la relación entre historia oral, historia, literatura e historiografía, y cómo argumentos de obras literarias producidas por varios autores centrales en las distintas etapas sociales y políticas de Rusia se construyen a partir de hechos históricos, así como de los “recuerdos de la vida cotidiana”.

Fronteras ideológicas en la película El Bulto de Gabriel Retes

En el texto se examinan determinadas estructuras nocionales o marcas semánticas que nos permitan debatir en torno a trayectos de sentido o trazados ideológicos que refieren a una etapa de rupturas macroestructurales, con significativo efecto en el ámbito económico, político y social en México.

10 de junio de 1971 ¿Acatar o elegir?

A cincuenta años de distancia, es importante la reflexión acerca de ciertos jóvenes integrantes de grupos de choque que irrumpieron en la marcha del 10 de junio de 1971, conocidos como halcones. Los llamados halcones aceptaron confrontarse contra aquella “otra” juventud, a pesar de encontrarse en condiciones económicas igualmente complejas; para solventar sus necesidades más apremiantes aceptaron un trabajo en donde su furtiva presencia y acción les volvía anónimos, encubiertos en un trabajo violento, agrupados y despersonalizados.